Canadá es un Estado federal, que se está consolidando como una de las economías más estables del mundo. Una política económica que se está logrado gracias a su diversificada industria. Por ello, ha logrado que el déficit que tenía de un 5% de su PBI, se halla convertido en un superávit cercano al 2%.
La política económica que viene desarrollando Canadá, la ha convertido en un modelo a seguir para los países del mundo. Una potencia emergente que está consolidando sus productos en diversos mercados con tratados como el NAFTA -con Estados Unidos y Canadá-, y otros que está por implementar, como por ejemplo con Panamá, con el que continúan las conversaciones para un TLC binacional.
Los esfuerzos del gobierno canadiense por lograr mejoras sustanciales en la política fiscal, la reducción de la inflación, la estabilidad laboral y el tipo de interés, han dado sus frutos en un crecimiento estable, que es una característica poco conocida entre los países del mundo.
Gracias a ello el gobierno está viviendo en estos últimos 10 años el superávit más largo de toda su historia, Por este crecimiento viene reduciendo la deuda fiscal, los impuestos personales y de las empresas. Una política que la está convirtiendo en una economía estable y diversificada. Que le ha servido en los últimos cinco años, para mantener la tasa de inflación canadiense en un promedio de 2,3%.
Uno de los pilares fundamentales para el fortalecimiento económico canadiense han sido las instituciones financieras, que han demostrado una estabilidad ante las crisis mundiales, siendo reconocido por ello a nivel mundial.
Otro factor importante del sostenimiento de la economía es el export devolopment de Canadá que ofrece soluciones comerciales innovadoras, para ayudar a los exportadores canadienses a que crezcan sus negocios a nivel mundial. También, brinda ayuda a los inversores para que puedan posicionarse en el difícil mercado nacional e internacional.
Todos estos logros de la economía canadiense han conseguido que la calidad de vida se siga elevada. Por ello, ocupa la quinta posición del Índice de Desarrollo Humano. Y la ciudad de Vancouver ha sido catalogada como la segunda ciudad del mundo donde mejor se puede vivir.