En la antigua corte imperial china había hombres, mujeres y eunucos. El mundo antiguo tuvo muchos eunucos, no solo China, y por suerte es una costumbre que ya ningún pueblo continúa. ¿Qué es un eunuco? Un eunuco es, en pocas palabras, un hombre castrado.
La castración, es decir la remoción de los genitales masculinos, podía ser parcial o total, siendo la total la extirpación del pene y los testículos y la parcial la inutilización de estos últimos ya sea por corte o por golpes. Un eunuco no es una mujer pero tampoco es un hombre, así que estamos ante un género nuevo al que por lo tanto en la sociedad china tradicional se le asignaba un trato distinto.
La sociedad china, como las demás que utilizaban la castración masculina, tenía como objetivo generar un grupo social, los eunucos, que tenía como objetivo el cuidado de sus mujeres y concubinas. En el caso de China en particular los eunucos eran empleados del Palacio Imperial y por ende vivían en el lugar mas importante de todos. En un principio salían de las huestes de ladrones y criminales pero al crecer el imperio y su burocracia fueron creciendo también la cantidad de eunucos chinos y hubo que encontrarlos en otros lugares, como por ejemplo, las aldeas más pobres.
¿Cómo un hombre llegaba a ser castrado? Si el hombre era menor de edad la autorización debía darla la familia y en caso de ser adulto decidía por sí mismo ir a lo del barbero-cirujano y dejarse castrar con maestría y rapidez, pero con dolor. Con suerte, después de la castración el nuevo eunuco conseguía orinar y entonces la operación era un éxito, caso contrario moría en agonía.
La costumbre de castración hacía que los genitales se guardaran pues si el eunuco trepaba posiciones en el palacio debía enseñar sus despojos. La historia los recuerda como un grupo numeroso y muy influyente en la corte imperial china. Muy influyente. Pero desaparecieron con la caída del imperio, la Guerra Civil y la formación del estado socialista.