Alemania tiene paisajes de ensueño que se convierten en extraordinarias locaciones para todo tipo de películas. Así Rothenburg, una antigua ciudad imperial medieval que se encuentra en el estado de Baviera, sirvió inspiró a la producción de Disney para ubicar allí al pueblo de Pinocho.
El encantador pueblo está emplazado sobre una plataforma que asoma sobre el río Tauber (su nombre, de hecho, significa ‘fortaleza roja’) y su centro medieval en perfecto estado de conservación lo convierten en una atracción turística con fama mundial. El edificio del Ayuntamiento data del año 1250 y en su fachada destaca la imponente estructura de su torre, abierta diariamente al público que, por un costo de 5 euros la entrada, y después de alcanzar los 61 metros de altura se ve premiado con la majestuosa vista de la ciudad imperial en todo el esplendor de sus techos rojos y antigua belleza.
La ciudad está rodeada por gruesas murallas y fuertes baluartes, como el impresionante “Spitalbastei” con siete puertas, un puente levadizo y un doble terraplén. Allí se encuentran edificios históricos como la iglesia parroquial de San Jacobo de estilo gótico de imponentes torres y bellos retablos tallados por el famoso escultor Tilman Riemenschneider.
La zona más moderna mantiene sin embargo, el mismo estilo alemán.
Los hoteles y tiendas se ubican cerca de la Plaza del Ayuntamiento y en las calles calles Herrngasse y Schmiedgasse, para que los turistas puedan realizar más fácilmente sus compras cerca del hotel.
Otros atractivos que la ciudad ofrece son el Museo de los Juguetes, el Museo de Navidad, la Casa de los Artesanos y un singular museo dedicado a los elementos de tortura y castigo utilizados durante la Edad Media.
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