El cuerpo puede hablar mediante los gestos que muchas veces son consientes y otras veces no. La mayoría de los gestos son universales, pero algunos se diferencian por regiones.
En la vida cotidiana griega los gestos tenían un significado simbólico especial, que todos entendían y fueron imitados por otras culturas como los romanos.
En la época de Pericles al igual que los griegos actuales, para decir que no, levantaban la cabeza hacia atrás y levantaban la barbilla.
Cuando dos personas se encontraban para saludarse levantaban la mano derecha, no se acostumbraba saludar con un beso.
El apretón de manos era un compromiso solemne, generalmente se reservaba para los actos religiosos.
La aprobación en el teatro y en la Asamblea no ha cambiado hasta ahora, se manifestada con aplausos y aclamaciones, cuando no gustaba se propagaban silbidos y gritos discordantes.
Para decir que estaban alegres chasqueaban los dedos con las manos levantadas, en cambio para poner en ridículo o burlarse de una persona se la señalaba con el dedo del corazón (dedo medio, o mayor) y se doblaban los otros dedos.
Donde se practicaban más gestos era en los rituales, en la religión, para alejar el mal o un mal presagio se escupía.
Una de las cosas que los griegos no querían mostrar era la cara triste, o cuando lloraban, o si sentían que la muerte se acercaba se tapaban la cara con un pliegue del vestido. Ellos se tapaban la cara por vergüenza y para no mostrar la tristeza a los demás.
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