Originalmente este templo, el Templo de Rómulo, estaba destinado al hijo de Majencio, Valerio Rómulo, un joven que después de muerto fue elevado a la categoría de un dios. El edificio es uno de los mejor conservados dentro de la zona del Foro Romano y en realidad es un edificio pequeño, redondo y de ladrillos.
Si bien la idea más asentada es que el templo se construyó en la época de Constantino actualmente hay quienes piensan que originalmente el templo estaba en otro sitio, hoy ocupado por la Basílica de Majencio, y que fue trasladado cuando esta iglesia empezó a construirse. Pero bien, trasladado o no es impresionante detenerse frente a un edificio de tanta cantidad de años. La puerta persiste, una puerta de bronce con su cerradura original. No es que la puerta estuvo aquí los últimos 1500 años, no, estaba dentro de unas iglesias que se construyeron en el siglo VI. De ahí que se haya conservado tan bien.
Además de la imponente puerta hoy podemos ver las columnas donde siglos antes estaban las estatuas de los Penates, las divinidades de entonces y por cual a veces también se lo ha llamado el Templo de los Penates.