Con sus grandes tiendas exclusivas, sus hoteles lujosos y su glamour, para los italianos (y también para las estadísticas) Milán siempre había resultado ser la ciudad más cara de Italia. Hace una década ocupaba el puesto 17 entre las ciudades más caras del mundo. Sin embargo en los últimos años esta tendencia está cambiando. No en vano el año pasado, en esa clasificación de destinos más exclusivos del mundo, ya se encontraba en el puesto 38.
¿Quiere decir esto que los precios de las cosas en Milán han bajado? No, realmente pasar unos días en la capital lombarda sigue siendo algo caro y, antes de hacer nuestro viaje, debemos mirar bien por nuestro presupuesto. Ahora lo que ocurre es que las demás ciudades italianas han subido el precio, equiparándose a la nuestra, e incluso superándola. Dicen los propios italianos que ahora resulta más caro tomarse un café en Turín que en Milán, o disfrutar de una comida en Roma.
En el año 2003, y con la reciente llegada del euro, los precios en Milán se dispararon. Los turistas ya comenzaron a señalar a esta ciudad como la más cara de Italia con diferencia. Pero la llegada de la crisis ha cambiado un tanto el panorama. Hace dos años los milaneses ocupaban el puesto 25 en el ránking de las ciudades más caras del mundo, y ahora están a punto de superar el lugar 40. Todo un récord habida cuenta que se mantienen los precios, y otras ciudades los andan subiendo.
Aún así seguimos viendo a una Milán cara en muchos sentidos. Si tenéis pensado pasar unos días de vacaciones hay que saber elegir bien nuestro restaurante y el hotel, porque no sería la primera vez que nos encontramos con un precio algo abusivo. Esto ha provocado que muchos turistas eligieran otros destinos, y Milan se convirtiera más bien en un lugar para ir de excursión un día. Ante esto los hosteleros de la zona pensaron que lo mejor sería rebajar algunos precios, y así ha sido.
Tanto es así que, si bien otras ciudades aprovechan el verano y la temporada alta para subir el precio de sus comidas y hoteles, Milan no lo viene haciendo desde hace unos años. De ahí que a día de hoy se pueda decir ya eso de que la capital de la Lombardía no es del todo punto la ciudad más cara de Italia.