Polinesia

Polinesia es la denominación bajo la que se engloba una gigantesca área de nuestro planeta incluida en Oceanía. Sin embargo, en sentido amplio, abarca desde Hawái hasta la isla de Pascua. En total, se trata de numerosos archipiélagos repartidos por el Océano Pacífico que pertenecen a diferentes países.

Entre los independientes, se hallan Samoa, Tuvalu, Nueva Zelanda, Kirivati o Tonga. Por su parte, otras islas pertenecen a Estados Unidos como las propias de Hawái, a Francia como la llamada Polinesia francesa o al Reino Unido como las islas Pitcairn. Pero todos estos lugares comparten una cultura ancestral, maravillosos paisajes y playas paradisíacas. Si te apetece saber más sobre Polinesia, te animamos a seguir leyendo.

Qué ver y qué hacer en Polinesia

Nos resultaría imposible explicarte en un solo artículo todo lo que puedes hacer en Polinesia dado su gigantesco tamaño y diversidad. Por ello, nos centraremos en algunos de sus lugares más bonitos y también mejor adaptados para recibirte como viajero.

Hawái, puerta occidental a la Polinesia

Solo para hablarte de todo lo que te ofrece Hawái, necesitaríamos más de un artículo. Porque está formado por nueve islas, varios islotes y también atolones. Oahu es la que alberga la capital del estado, Honolulu, y también donde está la legendaria base naval de Pearl Harbour. Esta, Diamond Head y la playa de Waikiki son sus lugares más conocidos. Pero también puedes visitar paisajes tan espectaculares como el Jardín Etnobotánico Amy B. H. Greenwell.

Por otra parte, Kauai, conocida como «isla jardín», es la más meridional del archipiélago y también una de las más bonitas. Con una naturaleza verde y exuberante, destacan en ella lugares como la costa de Na Pali, con sus impresionantes acantilados, o el gran cañón de Waimea.

La costa de Na Pali

Costa de Na Pali

También Maui es una visita imprescindible en Hawai. Como las anteriores, esta isla te ofrece paisajes de todos los tipos. Pero destacan sus espectaculares playas. Y, sobre todo, la popular carretera a Hana, unos cien kilómetros que recorren su parte noroeste atravesando cascadas, ríos, puentes y acantilados. Tampoco debes perderte en Maui el amanecer sobre el volcán Haleakala, con unos impresionantes tonos dorados.

Finalmente, la cuarta isla que debes visitar es la llamada, precisamente Big Island. Quizá te recuerde algo a la de Lanzarote. Porque destaca en ella el Parque Nacional de los Volcanes, con el Kilauea, el Mauna Kea y el Mauna Loa, algunos de los cuales todavía expulsan coladas de lava.

Islas Cook, pura esencia polinesia

Este archipiélago, estado asociado a Nueva Zelanda, incluye islas esparcidas a lo largo de dos millones de kilómetros cuadrados por el océano Pacífico Sur, lo cual te dará idea de todo lo que te ofrece.

Rarotonga alberga la capital, cuyo nombre es Avarua, y hallarás en ella un ambiente moderno y occidental. Sin embargo, también te ofrece la esencia de Polinesia en lugares como el mercado de Punanga Nui, donde abundan los ukeleles, los pareos y la gastronomía típica. Por ejemplo, el pescado crudo marinado o ika mata y las hojas de taro al vapor o rukau.

La segunda isla más turística de las Cook es Aituaki, también una de las más bonitas con su laguna interior rodeada por arrecifes de coral y playas paradisíacas. Atiu está igualmente rodeada por arrecifes, pero además puedes descender en ella a la impresionante cueva de Anatakitaki y observar aves extrañas.

Por su parte, la isla de Muri es perfecta para el submarinismo en zonas como Black Rock o Matavera. Y Mangaia es la más espectacular de todas, pues conforma su orografía un anillo de coral con dos niveles que encubren una gigantesca caldera volcánica a los pies del macizo de Rangimotia.

Islas Cook

Playa en las islas Cook

Las Marianas, antigua posesión española

No todo el mundo sabe que este archipiélago perteneció a España hasta finales del siglo XIX. Por ello, te reserva más de una sorpresa. Por ejemplo, el idioma chamorro, con grandes similitudes al castellano. De hecho, su propio gentilicio es «mariano».

La más bonita de las marianas quizá sea Rota, también llamada «la isla pacífica» por su territorio plagado de pequeñas granjas y naturaleza. Pero más famosa es Saipán, donde destaca la Gruta, una enorme cavidad submarina de piedra caliza que fascina a buceadores de todo el mundo. En cambio, Tinián te ofrece igualmente maravillas naturales pero también muchas instalaciones militares de la Segunda Guerra Mundial abandonadas.

Las Marianas del Sur tienen como polo de atracción la isla de Guam. Esta alberga maravillas como la reserva natural de Punta Ritidian, con su espectacular playa, y las cataratas de Talofofo. Sin olvidar el cosmopolitismo de Tumon Bay ni el impresionante museo al aire libre que constituye el Parque Histórico Nacional de la Guerra del Pacífico.

La capital de Guam es Agaña, donde tienes más vestigios hispanos como la Catedral Basílica del Dulce Nombre de María, que se halla, justamente, al lado de la plaza de España. Pero su ciudad más poblada es Dededo, ubicada sobre la meseta de coral que hay en el norte de la isla.

Kiribati, la republica que inicia el año

Situado al noreste de Australia, es un país independiente conformado por varios grupos de islas y atolones. Entre las primeras, se hallan Tarawa y los archipiélagos de Gilbert, Ellice, La Línea y Fénix. Respecto a los segundos, Kiritimati o isla Navidad es el primer lugar del planeta que celebra el nuevo año y un auténtico lugar de culto para submarinistas y pescadores.

Posiblemente sea Kiribati uno de los lugares de Polinesia que mejor han conservado la vida tradicional. Su población vive mayoritariamente en cabañas de madera y se alimenta de cocos, fruto del árbol del pan y pescado. Podrás comprobarlo, sobre todo, si visitas las islas más remotas.

La capital de este curioso país se halla en Tarawa Sur, conformada a modo de brazo de tierra entre el océano Pacifíco y la laguna interior. Su nombre es Ambo, si bien el pueblo más importante es Bairiki, donde está el parlamento.

El Parlamento de Kiribati

Parlamento de Kiribati

La Polinesia Francesa, un imán para el turismo

Pese a todo lo que te hemos explicado, quizá la zona de esta área más conocida por el turismo internacional sea la llamada Polinesia Francesa. La componen ciento dieciocho islas y varios atolones que se agrupan en cinco archipiélagos. Pero vamos a mostrarte las más interesantes.

Tahití y las islas de la Sociedad

Tahití es una visita obligada si viajas a la Polinesia Francesa. Se trata de la isla más grande del archipiélago de la Sociedad, que a su vez se divide en las islas de Barlovento y de Sotavento. A las primeras pertenecen, además de la propia Tahití, Tetiaroa o Moorea, mientras que las segundas integran a Huaine, Tupai o, la más conocida por su importancia turística, Bora Bora.

Precisamente esta última es mucho más visitada que Tahití, frecuentemente relegada a lugar de paso. Sin embargo, esto es un grave error. Te aconsejamos que dediques unos días a conocer Tahití porque tiene mucho que ofrecerte.

Su capital es Papeete, donde puedes visitar la catedral y, sobre todo, sus mercados. Entre estos últimos, es muy curioso el de las Perlas. Pero, si quieres sentir el aliento de la isla, es mejor que visites el de alimentos. Y, si aún deseas empaparte más de la cultura polinesia, te recomendamos el Museo de Tahití y sus Islas.

También debes hacer una excursión por el interior de la isla, donde encontrarás algunos paisajes extraordinarios como el del valle Papenoo, por el que se llega al templo de Fare Hape, un lugar sagrado para los nativos. O los del monte Aorai, desde el que tienes unas impresionantes vistas de la isla.

En cambio, si prefieres la costa, debes recorrer la noroeste, que te llevará a playas tan espectaculares como la de Tautira y, sobre todo, la de Teahupo’o, famosa por tener una de las olas más espectaculares del mundo.

El monte Aorai

Monte Aorai

Si te interesa la arqueología, tienes que visitar los marae de la isla. Son lugares sagrados que en las civilizaciones pre-occidentales tenían fines ceremoniales. Curiosamente, al igual que sucede con los sitios religiosos de nuestra Edad del Hierro o del Bronce, se delimitaban con piedras.

Finalmente, en la cercana isla de Moorea te esperan gratas sorpresas. Desde Tahití se llega fácilmente en ferri o avión y no puedes perderte el monte Rotui, uno de los más espectaculares de toda la Polinesia; la impresionante bahía de Cook ni los avistamientos de ballenas, muy habituales en sus costas.

Las islas Marquesas, las más grandes de la Polinesia Francesa

Son el archipiélago de mayor tamaño de cuantos conforman la Polinesia Francesa. Se agrupan en las islas Washington, las Revolución y las de Mendaña. Estas últimas deben su nombre a quien las descubrió en 1595: el español Álvaro de Mendaña, quien a su vez las bautizó como Islas Marquesas de Mendoza en honor al entonces virrey de Perú.

Aunque no las hayas visitado, te resultarán familiares por ser escenario de algunas novelas de Herman Melville y por haber sido el lugar de retiro del pintor Paul Gaugin. La más grande de estas islas es Nuku Hiva, donde se halla la capital, Taiohane.

Sin embargo, las Marquesas han tenido mucho menos éxito turístico que otras de la Polinesia. Gracias a ello, han conservado muchos de sus territorios vírgenes hasta hoy. Respecto a su naturaleza, poco tiene que ver con las plácidas lagunas de aguas azul turquesa de, por ejemplo, Bora Bora. Las Marquesas son unas tierras montañosas y agrestes, con una exuberante vegetación y acantilados costeros que terminan en playas de arena negra.

Hiva Oa

Hiva Oa, en las islas Marquesas

Quizá la ausencia de turismo de masas ha propiciado también que los habitantes de las Marquesas hayan conservado mejor que otros territorios sus costumbres polinesias. Es un lugar perfecto para que veas las hakas o danzas rituales y para que conozcas su artesanía y visites sus restos arqueológicos. Particularmente curiosos son sus tikis, unas grandes estatuas con forma humana que podrían estar relacionados con los moáis de la isla de Pascua.

Por último, a unos treinta kilómetros de Nuku Hiva tienes la isla de Ua Pou, donde destacan sus espectaculares columnas basálticas de gran altura que le confieren un aspecto de misterio.

La isla de Pascua, para acabar nuestro recorrido por la Polinesia

Rapa Nui o isla de Pascua es, probablemente, uno de los destinos turísticos más populares de la Polinesia. Por ello, nada mejor que terminar nuestro recorrido por esta área geográfica allí.

Perdida en el océano Pacífico, a casi cuatro mil kilómetros del continente americano y a otros tantos de Tahití, si de misterios hablamos, Rapa Nui los tiene todos. Mundialmente conocidos son sus moáis, esas peculiares estatuas que reproducen cabezas humanas.

Cuándo llegaron a esta isla perdida sus antiguos habitantes y cómo crearon esas colosales efigies son incógnitas. Pero se sabe que tenían ceremonias como la del hombre-pájaro y que desarrollaron una escritura jeroglífica denominada rongo rongo. También se calcula que los moáis dejaron de edificarse en torno al siglo XVI. Sin embargo, toda la isla está llena de ellos, no solo en pie, muchos tumbados por haber terminado cayendo. Pero los mejores sitios para verlos son Rano Raraku, Tongariki o Ahu Akivi. En este último además las efigies tienen la singularidad de estar mirando al mar.

Los moáis

Moáis en la isla de Pascua

Pero estas figuras no son el único atractivo de la isla de Pascua. También te aconsejamos que veas la aldea ceremonial de Orongo, donde, al parecer, se escogía a los reyes y que cuenta con unos extraños petroglifos; la preciosa playa de Anakena y, por supuesto, Hanga Roa, la pequeña capital de la isla, en cuya iglesia de la Santa Cruz puedes ver varias figuras de santos cristianos pero talladas al estilo de los propios moáis.

En conclusión, terminamos aquí el viaje que te hemos proponemos por la Polinesia. Te hemos hablado de algunos de sus mejores lugares. Pero también puedes optar por hacer tu viaje a otros como el Reino de Tonga, donde podrás ver el trilito de Ha’amonga’a, conocido como «el Stonehenge de la Polinesia»; Tuvalu, donde cuentan con su particular deporte, el te ano, o las populares islas Fiyi. Ninguno de estos lugares te decepcionará tampoco.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*